La adicción al café puede ser genética



De acuerdo con un estudio de Psiquiatría Molecular, nuestro ADN juega un papel en nuestra respuesta física y psicoactiva (funciones mentales como el estado de ánimo y la conciencia) al café y, a su vez, influye en la cantidad de alcohol que podemos beber. Gracias, mamá y papá. Para llegar a este hallazgo, los investigadores de Harvard analizaron las variantes genéticas de 120, 000 participantes del estudio y les preguntaron cuántas tazas de café beben cada día. Después de comparar los datos, notaron una conexión entre seis genes particulares y los hábitos diarios de java de los participantes.

Dos de los genes afectan la forma en que metabolizamos la cafeína, dos están relacionados con los efectos psicoactivos de la bebida y los genes restantes desempeñan un papel en el metabolismo de los lípidos y la glucosa, aunque todavía no está claro cómo afecta esto al consumo de café. Curiosamente, estos seis genes explican aproximadamente el 1.3 por ciento de nuestro comportamiento de beber café. Si bien esto puede parecer una gota en el cubo, es aproximadamente la misma cantidad que nuestro ADN influye en otros comportamientos habituales, como el consumo de alcohol y fumar, explican los investigadores.

Claro, la popularidad cultural del café también influye en la cantidad de alcohol que puede beber, pero si le cuesta trabajo reducir su hábito diario, es posible que no sea la única causa de culpa la cafetería de su oficina.

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