Cómo tu café te está haciendo gordo



Los estadounidenses obtienen más antioxidantes del café que de cualquier otra fuente. Se ha demostrado que ayuda a controlar los síntomas de la enfermedad de Parkinson, reduce el riesgo de diabetes tipo 2, previene la enfermedad hepática y retrasa la aparición de la enfermedad de Alzheimer. ¿Mencionamos que los bebedores de café tienen un menor riesgo de desarrollar depresión?

Hay tantas razones para tomar café, pero ¿podría tu gaseosa diaria de cafeína engordar?

Sí, pero no es el café el que tiene la culpa. El café tiene una caloría por taza de 8 onzas. Estamos más preocupados por lo que pones en ella: cremas con sabor.

¡Eso no! Creamers con sabor

Por ejemplo, veamos International Delight French Vanilla Creamer. No solo está completamente desprovisto de productos lácteos (con una base de agua, azúcar, aceite de soja y jarabe de maíz), sino que contiene grasas trans que se han relacionado con enfermedades coronarias y síndrome metabólico, y carragenina, un estabilizador relacionado con la inflamación en el cuerpo. . La noticia aún peor: una porción se considera una cucharada. Un vertido no medido promedio equivale a cuatro veces esa cantidad.

Entonces, lo que piensas de 35 calorías, 1.5 gramos de grasa y 6 gramos de azúcar es en realidad 140 calorías, 6 gramos de grasa y 24 gramos de azúcar. Agregue una segunda taza y ya habrá excedido la ingesta diaria máxima recomendada de azúcar de 40 gramos.

Esa única taza de café con 1/4 taza de crema equivale a 15 libras adicionales al año en tu derriere.

Esto no significa que deba ir a parar a Turquía y evitar Java por completo.

¡Come esto! Sustitutos totalmente naturales

Un chorrito de leche es la crema perfecta: el calcio que contiene puede ayudar a contrarrestar los aspectos de la cafeína que consumen calcio y es una excelente manera de obtener las vitaminas A, D y B12, que son vitales para la salud ósea. (Elija 1 ó 2%; la leche descremada es excelente para controlar las calorías, pero las vitaminas A y D son solubles en grasa, por lo que necesita un poco de grasa para obtener los beneficios nutricionales).

O, si la crema es imprescindible, intente hacer las suyas, sin grasas trans ni ingredientes que no pueda pronunciar: mezcle una lata de leche condensada con una taza de leche baja en grasa, agregue un endulzante líquido natural como el agave, el jarabe de arce o Miel al gusto, y una cucharadita de extractos aromatizados como vainilla o almendra. El producto final es más saludable y barato, y ayudará a prolongar su vida útil.

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